sábado, 3 de septiembre de 2011
En esta vida, nada es eterno...
Creamos un
castillo de ilusiones. Construimos altos muros infranqueables. Nos vestimos de
príncipe y de princesa. Soñamos con un futuro junto, lleno de caricias y besos
bajo la luna. Creímos tener más de lo que realmente teníamos, quisimos poseer
más de lo que merecíamos. Hablamos de un amor rebelde inconciente, posesivo.
Pero siempre de un amor eterno. ¿Eterno? tan eterno como una estrella fugaz.
Como el sueño de un recién nacido. Un día nos levantamos y miramos a nuestro
alrededor. Nuestro castillo, se había convertido en una fortaleza de
desilusiones. Comenzamos a sentir las mentiras disimulados a nuestro alrededor.
Los te quiero que en algún momento dejaron de ser verdaderos. Cuantas veces
antes habías mirado ese pequeño defecto como un tesoro. Ese mohín antes era tu
vestido, tu corona y tu castillo. ahora estas comenzando a odiar esas cosas que
antes te volvían locas.
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