Esta noche, asómate por la ventana.
Noche. Noche encantada. Noche dolorosa. Noche insensata, mágica y loca. Y luego
más noche. Noche que parece no acabarse nunca.
Échale un vistazo al cielo.
Estrellas. Estrellas hermosísimas. Sólo estrellas en el cielo nocturno.
Estrellas lejanas. Estrellas malditas que todo lo saben, que espían calladas
esperando no ser descubiertas. Conocen la falta de amor que tienes.
La falta que tú misma sabes que hay, el amor que esperas que sea para él, que
él lo quiera recibir…
Pero tú no sabes lo que él siente por ti, esperas o mas bien sabes con toda
seguridad que para él eres una chica más, una del montón. Necesitas que él te
lo diga y te lo muestre.
Pero tú no quieres decir nada…
Entonces vuelven a ser las estrellas las que lo saben todo, saben que él es la
persona que mejor ocupará ese vacío, saben que él te ama y que tú a él ,aunque
a veces lo niegues, también le amas. Y claro las estrellas observan atónitas,
sin poderse imaginar como dos personas que se quieren tanto no están juntas.
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